Esta semana, en la sobremesa con mi familia, de esas que pueden durar segundos, minutos u horas, mi hermana Juli nos preguntó qué superpoder quisiéramos tener. Sin dudarlo, respondí que quisiera tener la habilidad de teletransportarme. Amaría no tener que perderme de ningún momento importante por estar a cientos de kilómetros de mis seres queridos y poder viajar sin restricciones de tiempo o dinero (y bueno, me gustaría no volver a pisar un aeropuerto o tener que sentarme en la silla del medio de un avión al lado de un desconocido que cabecea peligrosamente cerca a mi hombro).
Mi hermana Mayi escogió parar el tiempo para poder alargar los buenos momentos (y dormir mucho más o haber tenido tiempo para buscar las respuestas del examen de física -al menos esta sería yo-). Santi quisiera poder devolver el tiempo y Juli, el poder de sanar (no encuentro fallas en su lógica). Mi papá escogió poder leer mentes (todos le dijimos que esta idea sonaba terrible en la práctica).
Seguía pensando en esto cuando me topé con el poema Ser un instante de Jorge Guillén dentro de El peligro de estar Cuerda de Rosa Montero, libro que actualmente estoy leyendo. Lo más probable, a menos de que seamos víctimas de un accidente de laboratorio, es que nunca logremos conseguir los superpoderes que queremos. Ser un instante es lo que más podría acercársele.
De vez en cuando llegan a nuestra vida momentos de duración indefinida donde logramos sentirnos completamente presentes. Habitamos el momento con tal intensidad que pareciera como si no existiera un antes o después. Somos el instante, nos incorporamos al momento en cuerpo y mente. En palabras de Guillén, “cuando se mira un río pasar, no se ve el agua. Vivir es ver el agua; detener su relieve”. Entonces, se trata no solo de mirar, sino de vivir, sentir. La vida seguirá su curso, pero aún no.
Rosa Montero define estos momentos como explosiones de sentido y de eternidad, como si estuviéramos a punto de entender el secreto del mundo. El por qué de todo esto.
Estos instantes claramente son distintos para cada persona. Para mí, creo que suelen estar relacionados a mis valores más importantes: conexión, verdad y conocimiento. En otras palabras, estar presente, vivir auténticamente e indagar. Me doy cuenta de lo importante que son estos momentos para mí cuando paso mucho tiempo sin perseguirlos. Cuando vuelvo a ellos, siento como si algo reviviera dentro de mí, como una bocanada de aire que llena de aire los pulmones.
Soy el instante cuando vuelvo a estar rodeada de naturaleza después de pasar semanas sin salir de la ciudad. Cuando voy a conciertos y a museos, cuando puedo leer sin restricciones de tiempo o cuando logro despertarme temprano para saborear el café sin pensar en nada más que la sensación de la taza en mis manos.
Entonces, mi resolución de año nuevo, para llamarlo de alguna forma, es sacarle espacio a estos momentos que ya conozco y descubrir nuevos. Viviendo de manera más intencional, más pausada, conectando con mis valores y preguntándome por qué y para qué. Buscando aquel instante que puede durar segundos, minutos u horas. Siendo el instante.
LO MEJOR DE MI SEMANA: Pasar navidad con mi familia y Alberto, ver a mis sobrinas abrir sus regalos (y a mis cuñados usando los joggers que les regalé) y viajar a Rionegro a pasar el fin de año con mis personas favoritas.
MI PUNTO BAJO DE LA SEMANA: Despertarme el miércoles antes de 5:00 am porque mi papá insistía en llegar al aeropuerto al menos dos horas antes de nuestro vuelo.
MOMENTO RANDOM DE LA SEMANA: Ayer fui a comer a un restaurante mexicano con mi familia, o sea que la mesa estaba repleta de abuelos, papás, tíos y nietas. De repente, alguien nota que huele a quemado, pero no lográbamos identificar de dónde venía el olor. Finalmente vemos un pequeño incendio a nuestras espaldas. El quemado: el coche de Sofía. El casi quemado: mi cuñado Alcides que le soplaba al incendio para que se apagara. Aquí el coche:
MIS FAVORITOS DE 2022
SERIES:
Succession (HBO): Mi serie favorita; el diálogo me parece brutal.
Severance (Apple TV): Con esta moda de reciclar contenido, aplaudo las creaciones originales, como esta serie que me devoré en par sentadas.
Stranger Things (Netflix): Hago parte del porcentaje de la población que piensa que esta serie se pone cada vez mejor.
Ozark (Netflix): Este año salió la última temporada y me encantó como la terminaron; es la típica serie para sesiones maratónicas.
Fleabag (Amazon): No puedo creer que nunca había visto esta serie. Es súper corta, apenas tiene dos temporadas, pero lo que me reí no tiene nombre.
White Lotus (HBO): Esta serie te absorbe. La segunda temporada de esta serie me pareció igual o mejor que la primera.
PELÍCULAS:
Everything, Everywhere All at Once: Está película me pareció increíble, de las mejores que he visto en mucho tiempo. Es de esas películas que te hacen cuestionar absolutamente todo.
Tick, Tick… Boom!: Un musical de Jonathan Larson, el creador de Rent, dirigida por Lin-Manuel Miranda y protagonizada por Andrew Garfield. No puedo pedir nada mejor.
Turning Red: No es mi película favorita de Pixar, pero me gustó mucho cómo trataron el tema de la pubertad y me sentí súper identificada con la época noventera.
LIBROS: Esta lista podría tener veinte libros más, pues este año leí muchísimos libros que me fascinaron. Leí por primera vez a escritoras fascinantes como Annie Ernaux, Camila Sosa Villada y Joan Didion. La siguiente es una lista completamente subjetiva de los libros que leí este año que más me gustaron, sin ningún orden en particular (pero creo que mis favoritos del año fueron Cloud Cuckoo Land, The Elegance of the Hedgehog y Zami).
FICCIÓN:
Cloud Cuckoo Land, por Anthony Doerr
Tomorrow, and Tomorrow, and Tomorrow, por Gabrielle Zevin
The Elegance of the Hedgehog, por Muriel Barbery
Las malas, por Camila Sosa Villada
Purple Hibiscus, por Chimamanda Ngozi Adichie
NO FICCIÓN:
Zami: A New Spelling of My Name: A Biomythography, por Audre Lorde
The Years, por Annie Ernaux
Man’s Search for Meaning, por Viktor Frankl
Burnout: The Secret to Unlocking the Stress Cycle, por Amelia Nagoski y Emily Nagoski
The Year of Magical Thinking, por Joan Didion
El peligro de estar cuerda, por Rosa Montero**
No lo he terminado, pero está espectacular.
Recuerda que aquí puedes encontrar mis reseñas completas.
Pictured: Momentos que espero repetir y repetir el próximo año.
Recuerda: No feeling is final
Un abrazo,
Cata